lunes, 27 de junio de 2011

Malasia

Cuando llevas cierto tiempo en Delhi pasan muchas cosas, como por ejemplo que tu irritabilidad tiende a aumentar y tus defensas alcanzan mínimos históricos, pero sobre todo se produce un fenómeno tan curioso como contradictorio al vivir en una de las mayores urbes del mundo: una progresiva y a simple vista imperceptible PUEBLERINIZACIÓN que hace que, cuando sales a otros países y ves paisajes urbanos como el de abajo te dé un ansia irreprimible de fotografiarlo absolutamente todo... pero no os preocupéis: he procurado resumir la experiencia malaya al mínimo para que podáis llegar al final de la entrada ;)


Salimos de Delhi un jueves 16 de junio a las 10 de la noche para aterrizar en Kuala Lumpur más de 5 horas después, cuando rayaban las 6 de la mañana hora local. De lo único que teníamos ganas en ese momento era, precisamente, de lo único que decidimos firmemente no hacer: irnos a dormir. Así que, tras una ducha y un reparador desayuno, comenzamos nuestra ruta urbana. La primera parada fue Bird Park, un aviario gigante en el que la mayoría de los pájaros vuelan a sus anchas entre el público (gracias a unas redes estratégicamente situadas a varios metros de altura). En un principio no tenía muy claro el atractivo de la visita, pero al final resultó ser uno de los lugares más interesantes que he visto en mucho tiempo:







Tras un aperitivo improvisado nos dimos un paseo por Chinatown, paraíso de las falsificaciones e infinitamente más limpio que su homónimo de Bangkok:


De allí fuimos a Central Market, un sitio espectacular para ir de compras si el presupuesto no es tan ajustado como lo era el nuestro, y después a Merdeka Square (plaza de la independencia, en malayo), que nos pareció totalmente imprescindible, o como su propio nombre indica, bastante "mierdaca" ;)



Las fuerzas empezaban a flaquearnos, pero nos quedaba la visita estrella de Kuala: las Torres Petronas: me encantaron. 


Nuestro plan inicial era volver al albergue inmediatamente después y acostarnos pronto, pero como los planes de viaje están sujetos a cambios y modificaciones, en vez de eso acabamos tomando una cerveza que se convirtió en dos...  


... y que nos dio el "valor" necesario para probar una sesión de masaje con peces. Por si alguien no tiene muy claro cómo interpretar nuestras caras, lo aclaro a pie de foto:

Laura: "Quién me habrá mandado a mí"
Aída: "Me tendría que haber tomado otras dos cervezas"
Gloria: "Qué he hecho yo para merecer esto"
Ah, y si alguno se pensaba que se hace con peces "chiquitines"... Nada más lejos de la realidad!


Al final sí que nos fuimos a dormir, nada más y nada menos que 4 horazas, qué lujo... ;)

Sábado 18 de junio

¿Hay algo peor que levantarse a las 5.30 para coger un avión sin haber dormido apenas? Lo hay: que ese avión se retrase una hora que podrías haber usado DURMIENDO. En el momento no sienta muy bien, pero como al mucho sueño no hay asiento duro acabamos dormitando en unos sillones (con reposabrazos) con las mochilas enganchadas a los tobillos. Además, lo que nos esperaba al final de una hora de vuelo era un paraíso verde...
Avión a Tioman
"Taxi" al hotel
Playa privada
Porche de la habitación
Vistas
Dando la espalda a la rutina
Felicitá...

Nos encanta Tioman :)
La tentación de tumbarse al sol y no hacer NADA era muy grande, pero al final acabamos haciendo una visita guiada por la selva que teníamos a escasos metros de nuestra puerta....









Domingo19 de junio

Más relax, más paz y, por fin, diez horas de sueño, pero como incluso el paraíso acaba cansando, me animé a hacer snorkel y descubrir el arrecife de coral frente a nuestro hotel, una auténtica maravilla... Además de cientos de corales y de peces de colores también vimos una raya, no voy a negar que me dio bastante impresión verla a escasos 2 metros por debajo de mí, pero fue una experiencia increíble que repetiré en cuanto tenga ocasión. Una pena que tuviéramos que acortar la expedición por un repentino cambio climático... que nos "obligó" a tomarnos una copa de vino en nuestro jacuzzi... Durísimo ;)






Supongo que ahora debería seguir contando qué hicimos el lunes hasta que salió el avión de vuelta a las 5 de la tarde, pero después de lo leído ya no os va a impresionar nada y, además, en mi mente yo sigo estando en Tioman... 

GRACIAS POR UNAS VACACIONES 10, Y POR ESTAR AHÍ SIEMPRE 
XXX

miércoles, 22 de junio de 2011

Con retraso

Últimamente voy con retraso. Con mucho retraso. No puedo usar Internet desde la oficina (hacer un uso personal de Internet, se entiende) y se me acumula el trabajo al llegar a casa. No me dan las horas y me veo obligada a recortar de algún sitio, y ese sitio suele ser, desafortunadamente, este blog. 

¿Que qué he hecho desde la última vez que escribí? Poca cosa: plantearme montar una agencia de viajes, comer en casa de un Embajador y pasar unas minivacaciones increíbles en una isla paradisíaca en Malasia. Aún no he deshecho la maleta y esta tarde tengo que hacerla otra vez para volar mañana a las cuevas de Ajanta y Ellora, Patrimonio de la Humanidad. En fin, que el lunes tendré aún más trabajo acumulado. Pero la espera merecerá la pena (espero), así que no desesperéis :)

Feliz fin de semana y gracias por la paciencia ;)

miércoles, 8 de junio de 2011

Bangkok

Hemos planeado muchos, muchos viajes de manera improvisada, en tiempo récord y a la carrera, pero creo que la visita a Tailandia se lleva la palma: el lunes no sabíamos dónde pasaríamos el fin de semana y el jueves por la noche volábamos rumbo a Bangkok... 

Viernes, 3 de junio

Llegamos allí a eso de las 5 hora local y nos presentamos en casa de nuestra maravillosa anfitriona Nuria a las 6 de la mañana, listos para desplomarnos en el colchón y vegetar hasta mediodía. Después de nuestra primera comida tailandesa nos dispusimos a familiarizarnos con nuestro entorno:




En un principio, nuestra idea era aprovechar para hacer alguna visita / excursión de día, pero apenas diez minutos después de salir de casa ya sabíamos que no íbamos a ir a ningún lado: al fin y al cabo, uno no tiene un piso con vistas en Bangkok en una planta 33 todos los días... aunque Nuria y María no estarán de acuerdo conmigo ;)

Lo bueno de volverte un viajero hedonista es que puedes permitirte el lujo de hacer cosas que simplemente no caben en la apretada agenda del turista profesional, como por ejemplo ir al cine, que puede ser toda una experiencia cultural y más aún si la película se rodó en la ciudad en la que estás:



Atentos a las butacas del cine
Después del cine, combinamos turismo y gastronomía en el bufé libre de la planta 82 de la torre Baiyoke II, el edificio más alto de Tailandia y el 34º del mundo:

Baiyoke Sky Hotel

Fuente: Flickr
Sábado, 4 de junio

El sábado dedicamos el día al turisteo puro y duro, que ya tocaba. Empezamos por ir a la zona de los templos en bus acuático:


Nada más salir del barco, nos timaron como a chinos con el tuk-tuk: nos llevaron a dos tiendas, nos dejaron en un templo y el conductor se evaporó! Pero bueno, antes de las tiendas visitamos un templo budista muy chulo... y además nos salió gratis.



El conductor nos dejó tirados en el Templo de Mármol, que nos gustó bastante: 






De ahí fuimos a Wat Arun, el "templo del atardecer":



Cruzamos el río en barca y visitamos Wat Pho, lugar de descanso de Buda:





Empezaba a hacerse tarde y nosotros sin comer. Dicen que al buen hambre no hay pan duro y se ve que en algunos casos es cierto, pero a mí hubieran tenido que pagarme (y mucho) para tomarme el tentempié que se acabó comiendo S.



Desde ahí fuimos a Chinatown y comimos en un "chino-chino":




La caminata del día nos dejó agotados, así que acabamos dándonos un masaje de pies de una hora por el que pagamos la fortuna de 2,5€... Luego, cena 5 estrellas en el piso (productos de supermercado, entre ellos queso azul) y copa en una caravana aparcada en plena calle. Cuánto echaba de menos la ciudad... 

Domingo, 5 de junio


Visitamos uno de los mercados más grandes de Asia: Chatutchak, un laberinto de tiendas y más tiendas y todo un paraíso/perdición de las compras... 


De ahí fuimos a la zona de Siam, centros y más centros comerciales:


Incluso conocimos a Tom Cruise, jajaja:


Después, nada mejor que un té helado para cargar las pilas...





A última hora, repetimos plan de masaje y acabamos cenando en un italiano: esto es vida.

Lunes, 6 de junio

Último día en Bangkok, que aprovechamos para visitar la casa-museo de Jim Thompson:







Por último, comida con los ICEX y... masaje tailandés. Hay gente a la que incluso le gusta ("hay gente pa tó"), pero a mí me pareció bastante doloroso y muy poco relajante! Aún así, fueron unas grandes vacaciones (gracias, Nuria): Sin duda, hay algo mejor que visitar ciudades y es vivirlas...

Hasta la próxima, Bangkok!