lunes, 28 de febrero de 2011

Orissa

Todavía no sé muy bien por qué decidimos visitar Orissa porque en su momento no teníamos ni idea de qué se podía visitar allí, pero miramos billetes, encontramos unos a un precio bastante razonable y allí hemos pasado este fin de semana. 

En principio, salíamos el viernes a las 18.30, pero la compañía nos avisó con 24 h de antelación de un retraso de 45 minutos... y nos invitaron a cenar. Así da gusto. Una vez en Bhubaneswar, la capital, decidimos hacer noche en Puri, a unos 70 km. Sólo tardamos dos horas en llegar, y cuando por fin lo hicimos no encontramos absolutamente nada abierto, pero descubrimos que justo al lado de nuestro hotel había un festival de cine (muy de andar por casa, pero festival al fin y al cabo) y que después de la última película algunos se habían reunido alrededor de una hoguera con una guitarrita y estaban de cachondeo, así que no nos quedó otra que unirnos ;) 



El sábado fuimos al lago Chilika, el lago salado más grande de Asia. Alquilamos dos barcas (una en mejores condiciones que otra) e hicimos una excursión de más de 3 horas. 


El lago es famoso por albergar delfines y tuvimos ocasión de ver algunos, pero fue imposible sacarles fotos. Por lo visto, de cerca son algo así:


Al parecer, el lago también es famoso por sus perlas, y los pescadores estuvieron sacándolas de la concha en vivo y en directo:


Aprovechamos para comprar unas cuantas y a algunos nos timaron como a chinos, pero bueno, son gajes del duro oficio de turista ;) Por lo demás, la excursión acabó por hacérsenos un poquito larga, pero disfrutamos de una señora siesta y al final todo forma parte de la experiencia del viaje... 


En cuanto a fauna, aparte de delfines sólo vimos medusas del tamaño de balones de fútbol y una tortuga, que me impresionó muchísimo pero tristemente resultó estar muerta :(


Ya de vuelta en Puri, fuimos a cenar a un restaurante en el que comimos como auténticos marqueses por menos de 8 euros por cabeza: atún a la plancha, caballa, gambas... Alguno incluso llegó a decir que el viaje había merecido la pena sólo por eso :)

El domingo desayunamos en el mismo sitio y visitamos el templo del Sol en Konark, Patrimonio de la Humanidad:









Después de la visita al templo, nos acercamos a la playa, bastante sucia y algo agitada. Algunos valientes se quedaron dándose un baño y otros nos volvimos a la capital en busca de un hotel con piscina en la que poder darnos un baño. Al final encontramos uno en el que también daban masajes y había jacuzzi (con agua fría, pero de eso nos enteramos cuando ya era tarde!), así que la idea triunfó :)

Al final acabamos peleándonos con la agencia con la que habíamos alquilado los coches porque pretendían cobrarnos de más (una costumbre muy india) y vivimos algunos momentos de tensión pensando que perdíamos el vuelo, pero como esto también son gajes del oficio no hay que darle demasiada importancia. La valoración general es muy positiva, nos ha gustado mucho Orissa. Claro que en buena compañía no hay sitio malo... Gracias chavales! 


jueves, 24 de febrero de 2011

Alta sociedad

El martes fuimos al Instituto Cervantes a la presentación del libro La India por dentro, de Álvaro Enterría, un libro sobre la vida cotidiana en India basado en las vivencias personales del autor, que lleva aquí desde 1989. Llegó a mis manos de rebote (nuestro duende favorito se lo regaló a S. el día de su despedida) y fue de gran ayuda para prepararme para lo que me esperaba (eskerrik asko, Flauti!). Si os pica la curiosidad, El País lo resume mejor que yo...


Me encantó conocer en persona al autor del libro: un señor muy humilde y a todas luces sorprendido por la gran afluencia de público y por el interés que sigue suscitando su obra. Pero lo que más me sorprendió es que lo que en principio pintaba como una charla informal con cuatro gatos como asistentes acabó pareciéndose más a una sesión de trabajo de la Cumbre Iberoamericana... Sin ir más lejos, estaban presentes el Señor Embajador de Colombia, un representante (no me atrevo a decir embajador porque no recuerdo si lo era o no) de la Embajada de México y el ex ministro Pedro Solbes. Casi nada. Que por cierto se sentó justo delante de nosotros y nos saludó muy amablemente después de la presentación. Como dice S., "este país es lo que tiene: que te das la vuelta y te presentan a un ex ministro"... 

Al día siguiente (ayer miércoles) fui a mi clase de portugués y al entrar me crucé con un grupo de europeos. Entro en clase. Tomo asiento. Al minuto llaman a la puerta y entra un señor muy afable, de unos cuarenta años, vestido de sport. Habla en portugués con mi profesora. Entonces se me queda mirando y me dice:

- Voce nao é indiana!
-  Não, sou espanhola.
- Óptimo! E o que é o que faz em Índia?
- Estudo hindi... e português. Sou traductora. 
- Muito bem, boa sorte!

Se marcha. Y la profesora nos dice: "Pues nada, ya habéis conocido al nuevo embajador de Portugal". Definitivamente, la India es lo que tiene: que te crees que va a ser un día normal y te presentan a un embajador...

lunes, 21 de febrero de 2011

Un domingo cualquiera

Ayer domingo fue la primera vez que salía de casa en casi una semana después de que una gripe me dejara bastante fuera de juego. Ni os imagináis las ganas que tenía de que me diera un poco el aire... 

El día empezó de una manera de lo más curiosa: Mirad lo que había a las 10 fuera de mi casa...


Sí señor, un elefante, nuestro regalo de cumpleaños para Myriam :) 






Después de la anécdota del día, fui con S. al Instituto Cervantes, donde se celebraba la 1ª Feria de Universidades españolas en India, a saludar a los representantes de UD (Universidad de Deusto), un placer conocerlos a los dos. 

De ahí, me acerqué a la tumba de Humayum, donde estaban algunos amigos de turismo. Pagué la desorbitada cantidad de 10 rupias por entrar (0,15 €) y me pareció una auténtica maravilla, el sitio ideal para ir a pasar el día tirado en el césped:









La siguiente parada era Old Delhi, pero como yo lo tenía muy reciente opté por volverme a casa, sólo que en la puerta me encontré con mis compañeros de piso, a quienes no les costó mucho convencerme para ir a cenar al Moets. La terraza es una maravilla, una pena que sólo pudiéramos disfrutarla 10 minutos, que fue lo que tardó en ponerse a diluviar... La vuelta a casa tuvo que ser en taxi porque con la que estaba cayendo, a ver quién es el guapo que se pone a esperar a que pase un rickshaw... 

Y así fue mi domingo. Es lo que tiene Delhi: en esta ciudad, lo cotidiano tiende a ser extraordinario :)


martes, 15 de febrero de 2011

Alwar y Sariska

Vivir en la India tiene muchas ventajas y te permite hacer cosas que no podrías hacer en ninguna otra parte, como por ejemplo planear un fin de semana para 9 personas con menos de 24 horas de antelación... El jueves por la mañana no sabíamos muy bien qué ibamos a hacer y el viernes por la tarde estábamos en camino: Alquilamos dos coches (con sus respectivos conductores) y salimos rumbo a Alwar, la población más cercana al parque natural de Sariska, en Rajastán. En principio se tardaba unas 3 horas, pero no se sabe muy bien cómo, salimos de casa a las 6.30 y no llegamos hasta pasadas las 2 de la mañana... Con pinchazo incluido. Después de llamar a muchas puertas, por fin encontramos un hotel en el que poder pasar la noche pagando 5€ por barba. Puede que no fuera el más limpio del lugar, pero a esas horas no puede uno ponerse muy exquisito... ;)

El sábado lo dedicamos a pasear por Alwar:









Los chicos causaron sensación entre las niñas de este colegio



Después de comer visitamos el fuerte, que según nos informaron los guardas, no se puede visitar sin un permiso especial. Pero al final insistimos tanto que al final nos dejaron pasar un rato a disfrutar de las vistas:







Después de unas cocacolas en el "chiringuito" que había fuera (otra de las cosas que me maravillan de India es que estés donde estés nunca falta una nevera portátil con cocacolas y bolsas de patatas) nos dirigimos a Sariska. Por el camino paramos junto a un lago/embalse infestado de monos:



Llegamos a Sariska sobre las 8. Sólo había un hotel y no tenían habitaciones... Menos mal que nuestros negociadores se dejaron la piel y por fin consiguieron que nos dieran dos habitaciones... Entre eso y las historias en torno a la hoguera no pude evitar acordarme de los veranos de campamento! :)

Al día siguiente hicimos una ruta en jeep de 3 horas por la reserva. Lo bonito hubiera sido ver tigres, pero teniendo en cuenta que sólo hay 4 y que la extensión del parque es de 800 km cuadrados pues no fue posible... Las fotos, gentileza del amigo Jauqui, mi cámara se quedó sin batería!






Sí, eso es un cocodrilo
Si no fuera porque muchos volvieron con "secuelas", sería un fin de semana para repetir :)