jueves, 14 de abril de 2011

A la sombra del Taj Mahal

Después de algunos años de experiencia, uno aprende que, cuando vives en un país extranjero, conviene no repetir viajes para evitar acabar hasta el gorro de ver las mismas cosas y sacar las mismas fotos, pero hay ocasiones en las que merece la pena, como fue el caso de volver al Taj Mahal con mi madre. La primera vez que estuve (en un noviembre que ahora parece muy lejano), la ciudad de Agra me horrorizó tanto como me maravilló el monumento y decidí no volver a menos que fuera absolutamente necesario, pero esta vez lo era, así que nos levantamos a las 5 de la mañana para poder llegar antes de las 10 (los 200 kilómetros que separan a Delhi de Agra rara vez se recorren en menos de cuatro horas). A continuación, una pequeña muestra fotográfica del día ;)











(...pero que no sirva de precedente, por mi madre lo que sea pero madre no hay más que una!)

2 comentarios:

  1. Cariño y nunca sabràs lo que te lo agradezco! Un viaje maravilloso con guia de lujo.Gracias

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