martes, 22 de marzo de 2011

Goa (Anjuna)

La semana pasada, cada vez que le decía a alguien que el viernes me iba a Goa, la reacción era: "¿¿Otra vez??". Pues sí, otra vez. Para mí, por lo menos, resulta muy difícil cansarse del pescado fresco, los cocoteros, el sol, la calma, el mar y los baños en la piscina. Esta vez, por voto popular (había muchos votantes porque fuimos 16) tocó el norte, que en teoría tiene más fiesta que el sur, y pasamos el fin de semana en Anjuna, concretamente en esta maravilla de hotel que nos costó el dineral de 15 euros por habitación y noche:
Anjuna Beach Resort
Llegamos el viernes por la noche e inauguramos el fin de semana con una cena en la playa por todo lo alto: atún, tiburón, pargo y siete hermosas langostas. ¿Qué más se puede pedir? Y no me vale que me digáis que regarlo con un buen Albariño porque eso es trampa... 

Nuestra cena

La cena, obviamente, fue servida con esa velocidad que tanto caracteriza a los indios, por lo que nos sentamos a las 11 y creo que nos levantamos pasadas las 2.30... Con lo que ya no había mucha fiesta de esa por la que se caracteriza el norte de Goa. Tampoco fue fácil encontrar taxis, por lo que tuvimos que montarnos NUEVE en el mismo coche. Menos mal que, como dijo uno que yo me sé, había muchos vascos en el grupo y la mejor manera de meterlos en un coche es diciéndoles que no caben :-P

Dos con el conductor, cinco en el asiento de atrás y S. y yo en el maletero!
Al día siguiente, todos alquilaron moto, pero como a mí me siguen dando pánico, pues me quedé alternando piscina - cerveza - playa - sol - cerveza - libro - baño en buena compañía :) 










Por la noche, fuimos al famoso "Night market", toda una experiencia. Lo único que nos faltó fue un poco de información, porque fuimos a la carrera pensando que las tiendas cerraban a las 11 y cuando nos marchamos de allí pasadas las 2 seguían abiertas!

Fuente: Trekearth.com
El domingo (Holi), repetimos nuestro plan, sólo que esta vez se quedó más gente a hacernos compañía porque los vuelos a Bombay salían antes que el nuestro. El camino a la playa fue una auténtica carrera de obstáculos en la que tuvimos que esquivar a más de un grupo de indios en pleno frenesí y orgía cromática. Tengo el placer de poder decir que yo salí prácticamente ilesa de la refriega (confío en que desaparezcan esas manchas amarillas de mi vestido de playa), pero otras no pueden decir lo mismo...


Como era Holi, conseguir taxis para el aeropuerto resulto casi imposible. Al final, nos apiñamos 11 en dos coches. Abajo, adjunto foto para que veáis con qué pintas se presentó el conductor, que juraba y perjuraba no haber bebido nada pero que a saber cuántos bhang lassis (batidos de marihuana) se habría tomado:


Un fin de semana tan estupendo que estaré encantada de repetir, concretamente dentro de un mes. 
Sí, OTRA VEZ :-)

1 comentario:

  1. Bueno creo que si hay que volver a repetir y eso sucede cuando podamos disfrutar de la India con vosotros, creo que no nos quejaremos porque menudo hotel, piscina, playa y cena... creo que Goa merece repetir jijijijijiji

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