Holi

Holi es uno de los festivales más curiosos de la India, una fecha que muchos aguardan con ansiedad y otros aborrecen y "celebran" encerrándose en casa a cal y canto. En Holi, niños y mayores de todas las clases y castas salen a la calle y participan en batallas campales en las que las arma principales son... bolsitas de plástico con polvos de colorines. 

Durante las celebraciones, que duran un par de días, no conviene salir a la calle con ninguna prenda a la que se le tenga aprecio porque es muy probable que las manchas no salgan jamás. Aparte, se desata una euforia colectiva que en ocasiones puede volverse incluso peligrosa, de ahí que sean muchos los que optan por quedarse en casa. A mí es algo que me horroriza y me fascina a partes iguales: no me emociona demasiado la idea de pringarme hasta las orejas y pasar el día cubierta de una pasta arcoiris o de que se me meta polvillo en las lentillas y me amargue el día (las gafas parecen totalmente inviables), pero me maravillan las posibilidades fotográficas... Si no fuera porque es probable que la cámara nunca se recupere del festejo. 

Holi marca la llegada de la primavera y su fecha depende de la luna (creo), por lo que puede caer en febrero o marzo. Este año fue ayer 20 de marzo, y para mí está más bien marcando la llegada de un tórrido verano. En Delhi como siempre se celebró por todo lo alto, pero en Goa, donde nos pilló a nosotros, las celebraciones fueron más aisladas y menos multitudinarias. En el fondo siento habérmelo perdido y en la práctica me alivia, es lo bueno de la India: te permite ser más bipolar que de costumbre ;) 

Cortesía de Silvia Martínez

Cortesía de Silvia Martínez

Fuente: Indolink

Fuente: Boston.com

Fuente: Boston.com

NOTA: Si os han gustado las fotos, recomiendo una visita a la página del fotógrafo Poras Chaudhary... Aun a riesgo de que ya nunca más os vuelvan a gustar las mías! ;)