lunes, 29 de agosto de 2011

Dulce introducción al caos

De lo que quería escribir hoy es de "indiadas", es decir, de comportamientos absurdos e ilógicos que sólo se pueden producir en un país como este, pero antes hay que pagar deudas y dar al César lo que es del César y, en este caso, las deudas las tengo con las 31 (treinta y una) personas que han venido a vernos este año. 

En un momento difuso de la noche del viernes, entre "El hombre del piano" y "La canción más hermosa del mundo", le dije a la visita nº31 en respuesta a una endeble queja del precio de su billete, que el importe pagado pudo ser alto pero que el hecho de que alguien (yo) lo echara tanto de menos no tiene precio... Y es que hay cosas que desde luego no lo tienen. Como que 31 personas empleen sus ahorros y tiempo vacacional para venir a verte a lo que hasta ahora es lo más parecido al fin del mundo que yo he conocido nunca. Ni eso tiene precio, ni yo palabras para agradecérselo. Así que, a mi único equipaje, mil GRACIAS MUSICALES y mil besos nostálgicos. See you soon :)

(P.D. Esta es la introducción. En breve, el caos)

Fuente: Blog "La maldición del diablo, la bruja y los chinos"

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